martes, 26 de abril de 2011

LOS CABALLEROS DE LA MESA REDONDA


TRAZOS

MANUEL ROJAS

LOS CABALLEROS DE LA MESA REDONDA

Gary Allen, investigador sobre ciencias ocultas y cosas secretas, escribió en su libro Die Insider: "La organización The Round Table es producto del sueño de toda una vida de Cecil Rhodes, magnate de diamantes y de oro que aspiraba a un “Nuevo Orden Mundial”. Su biógrafa Sarah Millin dijo más concretamente que él tenía “el simple deseo de gobernar el mundo”. El profesor Quingley añade: ... a mediados de 1890, Rhodes disfrutaba de una renta personal que ascendía por lo menos a un millón de libras esterlinas anuales, y gastaba tan generosamente que su cuenta quedaba a menudo en descubierto [...] Una serie de testamentos dan testimonio de que Rhodes formó parte de una conspiración dirigida a constituir un gobierno mundial. Frank Aydelotte escribió en su libro American Rhodes Scholarship: [...] En su primer testamento Rhodes explica su finalidad con detalles: la extensión de la dominación británica en el mundo entero (teniendo el idioma inglés como lengua mundial) [...] la creación de un poder tan grande que toda guerra se volviera imposible, y el mantenimiento de los intereses humanitarios. El “Credo” (Parte del testamento) relata esas ideas. El modelo de su sociedad secreta era la Compañía de Jesús (los jesuitas), si bien mencionaba también a los francmasones. Gary Allen prosigue: "Notemos que el autor de ese género de sociedades secretas era Adam Weishaupt, ese dudoso filósofo fundador, el 1 de mayo de 1776, de la Orden de los Iluminados de Baviera, que tenía como objetivo una conspiración para controlar el mundo". Los Iluminados de Baviera de Weishaupt defendieron indudablemente las tesis del régimen de terror. Weishaupt tomó como ejemplo la organización de la Compañía de Jesús y transcribió su código en términos francmasones. Aydelotte continúa: "En 1888, Rhodes escribió su tercer testamento [...] legaba todo a Lord Rothschild (su patrocinador en sus empresas de explotación minera). Incluía una carta conteniendo “la sustancia de todo lo que fue discutido entre nosotros”. Se piensa que se trataba de su primer testamento y de su “Credo”, pues un escrito de Rhodes dice: En cuanto a las cuestiones a las cuales él hizo alusión, busca si puedes lograr la constitución de los jesuitas". Más tarde, por motivos aparentemente estratégicos, Lord Rothschild fue apartado de escena. El maestro Quingley revela que Lord Rosebury, “fue aceptado en el círculo secreto de Rhodes en lugar de su suegro, Lord Rothschild y que fue designado en el próximo (y último) testamento de Rhodes como agente fiduciario”.

La sociedad secreta fue erigida según el modelo de conspiración que parte de pequeños círculos para llegar a los mayores. El maestro Quinley nos informa de que el núcleo central fue fundado en marzo de 1891 con los últimos de los Rhodes. La operación fue llevada por Rothschild, por Lord Alfred Milner. [...] The Round Table trabajaba entre bastidores del gobierno británico. Ejercía su influencia en la política exterior y sobre la conducta de Inglaterra durante la Primera Guerra Mundial. Al respecto William Bramley escribió: "Rhodes estaba, sin duda alguna, en el buen camino. Si hubiese alcanzado su finalidad, habría equilibrado muchas consecuencias negativas [...] emanadas de la red de la “Cofradía de la Serpiente”. Cecil Rhodes, al morir, dejó un gran legado para otorgar las llamadas Becas Rhodes, que permite estudiar en la Universidad de Oxford a estudiantes del Imperio británico, Estados Unidos y Alemania. En la celebración del “Día de la Tierra”, y después de recorrer estas páginas, en la llamada “Semana Santa”, y al leer sobre esta orden, y sobre Rhodes, pensé en las tantas personas que han soñado con apoderarse de los bienes naturales del planeta, de las aguas, del petróleo, de la libertad, de la paz, y de la humanidad, por causa del dinero; y recordé el dicho popular: todo lo que se pinta de bueno, luce engañoso, decían los abuelos. Tomado de “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX”, de Jan Van Helsig (Editorial Ewertverlag 1998) hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/

lunes, 25 de abril de 2011

SKULL & BONES

TRAZOS

MANUEL ROJAS

SKULL & BONES

Ahora mi atención se centra en la orden Skull & Bones, a la que conocí a través de una película, donde el personaje principal pertenecía a esta logia secreta y a la que, los demás actores y actrices, representaban como una poderosa organización de los Illuminati en Estados Unidos, denominada por sus propios miembros como The Order (La Orden). Así se titula la película en mención. Según Jan Van Helsig esta cofradía es conocida desde hace más de 150 años como grupo local 322 de una sociedad secreta alemana. Otros la denominan Brotherhood of Death (Fraternidad de la Muerte). La orden secreta Skull & Bones (Calavera y Huesos) fue introducida en la Universidad Yale por William Huntington Russel y Alphonse Taft en 1833. Fue Russel quién la trajo de Alemania para Yale, después de sus estudios en 1832. La orden fue incorporada al Russel Trust en 1856.

En 1846 William Russel entró a ser miembro de la asamblea del estado de Connecticut, y en 1862 fue nombrado general de la Guardia Nacional. Alphonse Taft fue Ministro de Guerra en 1876, después vice-general y embajador de Estados Unidos en Rusia en 1884. Su hijo fue primer magistrado y después presidente de Estados Unidos. Una antigua tradición pide que sobre las losas funerarias de los francmasones con grado de maestre se represente una calavera con dos huesos dispuestos en forma de cruz en aspa. Se remonta a un rito templario del 1227 D.C. El nombre de la orden deriva probablemente de una de esas tradiciones. Yale es la única universidad con sociedades secretas donde sólo son admitidos los seniors, es decir los antiguos. Las dos otras sociedades secretas son los Scroll & Key (Ruedo y Llave) y Wolf's Head (Cabeza de Lobo).

Los candidatos son exclusivamente hombres blancos, protestantes y habitualmente procedentes de familias muy ricas. Frecuentemente, sus padres ya eran miembros de la misma orden. Durante el último año de estudio son nombrados caballeros, más tarde ellos se vuelven patriarcas vitalicios. Los patriarcas se encuentran para las reuniones en el Deer Island Club de Nueva York. Ese club debe su existencia desde 1907 al patriarca Georges Douglas Miller. El Deer Island Club, así como el Russell Trust, son administrados y dirigidos únicamente por patriarcas.

Es sorprendente constatar que los miembros más eminentes del Eastern Liberal Establishment (el Establishment de la Costa Este) siempre fueron miembros de una de esas sociedades. Según Gary Allen, el Establishment de la Costa Este es la perífrasis de la mafia financiera, política, académica y de los medios de comunicación controlada por los Rockefeller.

A propósito, un banco digno de ser mencionado es el “W. A. Harriman CO.” Su fundador, William Avery Harriman, fue iniciado en la orden Skull & Bones en 1913. En los años 20, W. A. Harriman fue quién apoyó a los rusos con dinero y auxilios diplomáticos. Su ayuda financiera provenía del “Ruskombank” el primer banco comercial soviético. Max May, vicepresidente del Guaranty Trust y miembro de Skull & Bones, fue el primer vicepresidente del “Ruskombank”.

El Guaranty Trust estaba bajo el control del banco J. P. Morgan & CO. (asociado al banco N. M. Rothschild), y algunos de los socios del J. P. Morgan eran miembros de Skull & Bones. El capital inicial del Guaranty Trust provenía de Whitney, Rockefeller, Vanderbilt y Harriman; todas esas familias tenían miembros en la orden Skull & Bones.

Percy Rockefeller fue el único de su familia en ser admitido ahí. Representaba las inversiones Rockefeller en el Guaranty Trust y fue su director de 1915 a 1930. Pero esta orden sigue existiendo y está activa hasta hoy, de acuerdo a últimos datos e informes de investigadores dedicados a estos temas. Tomado de “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX”, de Jan Van Helsig (Editorial Ewertverlag 1998) hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/

TRAZOS

MANUEL ROJAS

MASONERÍA Y COMUNISMO

No son compatibles la masonería y el comunismo. Para los masones, el comunismo es una vía por donde pueden acercarse a las clases desposeídas de la sociedad. Sin embargo para los comunistas la masonería es una organización elitista, sectaria, que detenta poder político a través de sus miembros. Y sobre todo la critica por su carácter secreto, según Ralph T. Beck, en su libro “La Masonería y otras sociedades secretas (Editorial Planeta, ColombianaS. A., 2004, última edición). Según Jan Van Helsig, una rama de los Iluminados de Baviera (creo que ya hemos tratado sobre esta rama de los Illuminati, en artículos anteriores) que en esa época era conocida con el nombre de “Liga de los Justos” (League of the Just), y surgida con mucho éxito de uno de los grupos secretos revolucionarios franceses la “Compañía de las Cuatro Estaciones” recibió a dos nuevos miembros, al judío Moisés Mordechai Marx Levi (al que conocemos como Karl Marx, y a quien he admirado mucho desde mi adolescencia) y a su amigo Friedrich Engels, hijo de un industrial. Posteriormente, ambos escribirían para la Liga de los Justos, el “Manifiesto del Partido Comunista”. Si bien una parte del manifiesto procedía de ellos, la mayor parte reflejaba la ideología de la Liga de los Justos y la de otras sociedades secretas francesas que se oponían en Francia con ideas revolucionarias. Gary Allen escribió a ése respecto: "De hecho, el “Manifiesto del Partido Comunista” estaba ya en circulación desde muchos años antes, bastante antes de que fuera conocido el nombre de Karl Marx y de que se le atribuyera el manual revolucionario. “Lo que Marx hizo realmente fue modernizar y codificar los proyectos de los principios revolucionarios que habían sido puestos por escrito 70 años antes por Adam Weishaupt, el fundador de los Iluminados de Baviera". (Die Insider, p.32)” continúa el Sr. Helsig.

Nada se oponía, ahora al “combate contra el capitalismo”. Con su espíritu brillante, Marx consiguió modificar la imagen de la “Liga de los Justos” de tal manera que cambió de nombre pasando a denominarse en 1847, la Liga de los Comunistas.

Con esto vemos claramente cómo los Iluminados de Baviera crearon en Inglaterra y América los sistemas “capitalistas” así como los “anti-capitalistas”, incluso los comunistas, y que esto les permitió utilizar el conflicto resultante de forma maquiavélica; consiguiendo mantener a la humanidad en constante discordia y perfecta confusión. Pero esta aseveración va más allá, el 13 de enero de 1917, el judío Leon Trotski (además Bronstein) llegó a Estados Unidos otorgándosele pasaporte americano. Ocasionalmente se le vio entrar en la lujosa residencia de Jacob Schiff. Schiff y Trotski intercambiaron ideas sobre las perturbaciones sionistas en Rusia y también sobre las lecciones que habían sacado del malogro de la caída del zar. Jacob Schiff financió el entrenamiento de los “rebeldes trotskistas”, compuestos principalmente por judíos de los barrios del Este de Nueva Jersey. La preparación tuvo lugar en New Jersey, la propiedad de la Standard Oil Company de Rockefeller. Cuando estuvieron bien entrenados para fomentar guerrillas, los rebeldes trotskistas dejaron Estados Unidos con una suma de 20 millones de dólares en oro que Jacob Schiff les había entregado. El barco “S. S. Kristianiafjord” los llevó a Rusia para que preparasen el acontecimiento de la “revolución bolchevique”. Trotski y Lenin, por mediación de Bruce Lockheart, estaban en contacto con el “Comité de los 300”.

Es posible que esta afirmación no sea del agrado de nuestros camaradas y compatriotas de la izquierda tachirense, venezolana y latinoamericana, y por supuesto tampoco lo es de mi agrado, sin embargo esto es lo que nos dice la historia, y lo que nos confirman los documentos hasta ahora registrados por este investigador, me refiero al Sr. Helsig, a quien no estamos obligados a creerlo todo lo que ha escrito. Tomado de “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX”, de Jan Van Helsig (Editorial Ewertverlag 1998) hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/

TRAZOS

MANUEL ROJAS

LAS LOGIAS LAUTARINAS EN LA INDEPENDENCIA AMERICANA

Ralph T. Beck, en su libro “La Masonería y otras Sociedades Secretas” (Editorial Planeta Colombiana S.A., 2004) aborda, entre otras cosas, la influencia que ejerció Europa, a través de las sociedades secretas, en la independencia de América. Esta información se la debemos a Emilio Corbiére, quien descubre el trabajo realizado por el masón Emilio Gouchón (1860/1912) Gran Comendador del grado 33, sobre la organización masónica para lograr la emancipación y establecer la democracia republicana como modo de gobierno en los países del sur de América. Gouchón alude a logias como la “Sociedad Lautaro” o “Caballeros Racionales” o, también “Gran Reunión Americana” a las cuales tilda de “logias operativas creadas con un fin concreto: conquistar la independencia de los territorios americanos bajo dominio español”. Una de las obligaciones que tenían sus integrantes, con carácter secreto, era la de que debían ser americanos. Su lema: “Unión, Fuerza y Virtud”

Afirma el historiador que Francisco de Miranda fue el fundador de la primera “Logia Lautaro”. Su objetivo era la unidad de toda América del Sur en una sola república federal. Este insigne hombre de armas y libros, intentó en 1806 hacer una revolución en Venezuela, pero no tuvo éxito, sin embargo en 1810 lo volvió a intentar y proclamó la independencia de Venezuela y Nueva Granada (Colombia). También confiesa el historiador que Francisco de Miranda, cuando estuvo en Londres, se unió a dos logias masónicas, una en Grafton Stree y otra de Fitzroy Square, y que fueron los francmasones ingleses los que le incitaron a promover su pensamiento independentista hasta Buenos Aires, si era posible. Incluso está confirmado que junto a Bolívar, fundó la Logia "Protectores de las Virtudes" No. 1 en el Oriente de Barcelona, y "Orden y Libertad" No. 2, que aún existe en Caracas.

Gouchón deja constancia, en una prolija documentación, de todos los hombres que juraron en Londres luchar por la independencia de América: “Ellos eran: el teniente coronel de caballería José de San Martín, el alférez de carabineros Carlos María de Alvear Bilbastro, el capitán de caballería Francisco de Vera, el alférez de navío Martín Zapiola, el capitán de milicia Francisco Chilavert, el subteniente de infantería Antonio Arellano y el teniente de guardias Walonas, barón de Holmberg. Todos ellos integraban una logia y se embarcaron rumbo a Buenos Aires en el vapor “George Cannig”. En esta ciudad los recibió el hermano Julián Alvarez, quien, de inmediato, los integró a una logia lautarina. La conducción del objetivo trazado cayó en manos de San Martín, Alvear y Zapiola, ellos tres formaron un triángulo masónico, implacable. La mayor parte de los revolucionarios que hicieron la independencia en Argentina, fueron francmasones. Hombres de la talla de Vicente López y Planes, autor de la letra del himno nacional argentino; Juan José Paso, quien leyó en voz alta la Declaración de Independencia con un texto que fue dicho en español, aymará y quechua; Manuel Belgrano, luchador incansable, militar e ideólogo de la independencia; otros como Simón Bolívar, Bernardo de O¨Higgins, y Guillermo Brown, un irlandés que en su juventud había emigrado a Estados Unidos, y años después se incorporó a la lucha revolucionaria contra España, en fin, la lista es larga, fueron francmasones pertenecientes a la “Logia Lautaro”.

El nombre Lautaro, según Gouchón, fue tomado de la “Leyenda Araucana” de Ercilla, de algún nativo o tribu que hiciera una resistencia noble y resaltante a la dominación extranjera. Otros historiadores, años después, negaron esta tesis y consideraron que dicho nombre o palabra era de estricto carácter masónico y por ende simbólica, cuyo sentido no era el de guerra o independencia. La “Logia Lautaro” estaba vinculada a la francmasonería española pero, fundamentalmente a la inglesa, y tenía vinculación con todos los virreinatos que luchaban por la emancipación. Cosa que jamás entenderemos.

¿Por qué ciertas logias secretas de Europa determinaron la emancipación de Latinoamérica? Nunca lo sabremos. Esa pregunta me la he hecho una y mil veces y no he llegado a ninguna conclusión, tal vez, en un mañana aún lejano en mis lecturas, desentrañe ese misterio. hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/