FRANCMASONERÍA
EN EL MUNDO-UNA SOLA LÍNEA UNIVERSAL
Los misterios son del mismo origen, como lo prueban los hechos de que los cultos públicos, los monumentos arqueológicos y las ciencias primitivas de los distintos pueblos y razas que habitaban partes opuestas del globo terrestre, tienen absoluta similitud. El culto del Sol de los aztecas, de los ainos, de los mongoles, de los hindúes, de los eslavos y de los egipcios, son similares en todos sus aspectos fundamentales. Las pirámides de los egipcios y las de los aztecas son del mismo origen. La iniciación de los profanos en los misterios egipcios, se parecía en todo a la iniciación que se practicaba en China por la gran Logia de Hung y la que se practicaba en América por los incas del Perú, etc.
En la antigüedad la sabiduría se consideraba como un privilegio de la casta sacerdotal y, generalmente, constituía una herencia de las familias de los sacerdotes. Posteriormente, los militares reclamaron sus derechos, apoyándose en la fuerza armada, dirigida en Egipto por el caudillo militar Menes. Entonces se consiguió la limitación de los derechos de una casta en favor de la otra, formándose un poder mixto, donde el gobierno civil estaba encabezado por los militares con Menes como rey; los sacerdotes quedaron replegados a los asuntos religiosos y de enseñanza. Los conocimientos y el arte de construir tenían mayor importancia que las demás ramas de la ciencia antigua, porque las construcciones de aquellos tiempos fueron la mejor manifestación del poderío y de la civilización de los pueblos y, por ende, de sus gobiernos. Los egipcios llegaron a separar el arte de la construcción de las otras ciencias, como más importante, y, según, los conceptos emitidos por Mark Saunier en su trabajo "La Légende des Symboles", crearon los misterios en honor a Hiram, a quien consideraban como la divinidad de los constructores. Esto significaba, que el arte de construir se enseñaba separadamente de otras ciencias, para preparar a especialistas, dedicados exclusivamente a este ramo, que formaban una casta aparte.
Aunque la casta de los constructores tenía una importancia muy grande por sus conocimientos, su arte y su habilidad para el trabajo, no participaban en el gobierno de los pueblos y dependía económicamente de las castas sacerdotal y militar, que se consideraban como los patrones de las obras en construcción. Por estas razones los componentes de la casta de los constructores, se sentían en situación de asalariados, lo que influía poderosamente sobre su mentalidad, que se revelaban en el carácter de sus organizaciones y en todas las leyendas que simbolizaban su ideología, como lo veremos más adelante.
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