sábado, 11 de julio de 2009

TRIBUTO A ALEJO CARPENTIER



De alejo Carpentier guardo el recuerdo de algunos libros: Los Pasos Perdidos, El siglo de las Luces, El Reino de este Mundo y el cuento Viaje a la Semilla. He querido leer a ¡Écue-Yamba-O! y El Recurso del Método, pero no he podido encontrarlos en las librerías de Caracas, sobre todo. Su obra ha influido en toda una generación amante del boom Latinoamericano, y ante todo - de manera directa-, en estudiosos de lo mágico religioso, la música afrocaribeña, la historia de América y el psicoanálisis. Fue uno de los mejores representantes de las letras de Cuba e incluso llegó a ser propuesto para el Premio Nobel de Literatura. Nació un 26 de diciembre de 1904 y murió un 24 de abrirl de 1980. Carpentier representa para mí el comienzo de una búsqueda interior que tiene que ver con los sueños, la religión (mal entendido por muchos este término) , la magia, los mitos, la música y los imaginarios populares de un pueblo en un momento estelar en el tiempo y en la historia . Recuerdo que asistía al Taller Literario Zaranda, allá por los ochenta y tantos, cuando leí los Pasos Perdidos, también leí en ese entonces Viaje a la Semilla, e hicimos un análisis de esa obra; un análisis no académico, por supuesto, pues allí ninguno era entendido en eso, sólo nos remitíamos a hacer ciertas consideraciones que tenían más que ver con el uso de la palabra que la forma, pero ante todo nos llamaba la atención el tema, el viaje inconciente hacia la infancia, incluso hacia el vientre materno. Éramos felices allí, un grupo de muchachos y muchachas amantes de la literatura; allí se nos iba el tiempo, sobre todo compartiendo libros, entre esos estos que he mencionado. Carpentier estaba de moda para ese entonces, es decir, era muy leído y a mucha gente del medio le llamaba la atención el tratamiento que le daba, Carpentier, al amor de pareja, en una obra tan confusa, tan difícil, como Los Pasos Perdidos, cuyo lenguaje o expresión rayaba en lo barroco, tanto así que la selva parecía ser otro personaje. Ese modo de narrar influyó en la literatura latinoamericana y llegó hasta nosotros, que nos hallábamos un poco o mucho, alejados del boom literario de ese entonces.
Uno se siente satisfecho cuando ha leído a esos grandes cultores de las letras, y de las ideas. Cuando descubre en ellos el conocimiento pleno de lo que están haciendo o lo que están por hacer, tal es el caso de Carpentier. Su conocimiento de América, como periodista y como escritor, le permitieron escribir sus obras en donde demostró conocer, en profundidad, la historia de este continente, eso lo percibe uno en El Siglo de las Luces. ¡Qué obra tan maravillosa esa! Recuerdo algunas escenas fugaces, la de la guillotina en el patio, o algo así, la cola para decapitarse, todo eso es terrible, pero lo que más recuerdo es el mar, la isla, la casona. Sin duda alguna Alejo Carpentier fue - o es- uno de los más grandes representantes de la literatura cubana y latinoamericana del siglo XX. Su compromiso con el partido comunista, su estrega a la Revolución Cubana, su amistad con André Bretón y con Fidel Castro, no le menguaron jamás su prestigio ni la influencia de su obra en las generaciones venideras.
Sé que algún día tendré en mis manos ¡Écue-Yamba-O! El Recurso del Método o El Concierto Barroco...es posible, y los leeré como a cualquiera de sus obras, con el afán de quien quiere aprender mucho más de América, de su historia y de su grandeza.


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