El Táchira es un estado muy prolijo en todos los conocimientos posibles y las artes con diversidad de movimientos culturales, ideológicos, filosóficos, sociales, religiosos, y políticos que han influido en el pensamiento de sus ciudadanos. Y también en personajes importantes que han tenido que ver con el curso de la historia del país en el siglo XX. Y por supuesto tampoco escapó a estas tendencias místicas de grupos, cofradías, logias, sociedades, que podrían pertenecer más al imaginario popular universal que a la realidad. Sin embargo, y a la luz de los tiempos, no han sido tan notables como los que se han dedicado a promover las actividades propias de la ciudad o del estado, las ferias del Santo Cristo de la Grita, de San Sebastián o los carnavales de San Antonio. De alguna manera tampoco han sido encubiertas para considerárseles “secretas” en el buen sentido de la palabra. No obstante, y de acuerdo a mis fuentes de personas desconocidas y mis investigaciones, que recién emprendo en esta área en archivos de San Cristóbal, aquí en el estado sí existen este tipo de grupos con el pleno conocimiento y a la altura de los movimientos que se han gestado en el mundo desde los albores de sus orígenes, con precedentes y estructuras respetables, las compartamos o no.
En un principio diré que, de acuerdo a las fuentes, las sociedades secretas del estado Táchira han seguido los antecedentes de diversas tendencias en la Masonería, controladas por el clero, en cuanto a la construcción de iglesias, desde el principio, en pleno período de colonización del estado; y las ideas de Leonardo de Vinci, Moro de Inglaterra, Bacón, Hobbes, Locke; de Holanda, Hugo Grocio y Espinosa; de la Francia de los Enciclopedistas Diderot, D'Alembert, Helvetius, Holbach, y de la América colonial por Francisco Miranda, información importante para el acervo del conocimiento masónico en el estado.
En la región, la primera logia llevó el nombre de “Logia de Santa Ana N° 7” y estuvo adscrita a Francia e Inglaterra, aunque los archivos originarios están desaparecidos. Los orígenes de esta sociedad están en La Grita, y uno de sus representantes en época de Independencia fue don Antonio Nariño, y el venerable y reconocido héroe que murió en Colombia, Francisco Javier García de Hevia. En la iglesia de La Grita, se pueden constatar algunos símbolos másónicos en sus atrios y sus puertas, igualmente en la iglesia de Santa Ana de Nuestra Señora de París.
“Sol de los Andes N° 46 nace en 1856” y a ella se vincularon como fundadores, personajes como Domingo Guzmán Escandón, José Gregorio Villafañe y Carlos Rangel Lamus, y algunos otros que venían del vecino país y se asentaron en esta tierra. Son evidentes las influencias que ejercieron estos hombres en esta zona fronteriza con personajes de tal magnitud como Espíritu Santo Morales, Juan Pablo Peñaloza, Pedro María Morantes (Pío Gil) y el poeta José María Vargas Vila, que hicieron camino y dejaron una huella en la historia del Táchira. Obviamente Colombia tuvo una influencia importante en esta logia. Se dice que los restos de Pío Gil, que estaban en la antigua hemeroteca hoy reposan en esa sociedad. Esta organización secreta desaparece en 1923 y tiene que ver con la llegada de Monseñor San Miguel.
En 1930 aparece otra logia con el título de “Sol del Táchira N° 85”. El espacio no me permite abordar más sobre esta información que me parece básica para quien, o quienes sientan interés por estos temas. Gracias a las fuentes clandestinas y a las que me han concedido su tiempo y sus conocimientos para continuar con esta investigación. Y en especial al HERMANO GLORIA DE OQVE. hormigasdepapel2@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/
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