TRAZOS
MANUEL ROJAS
LAS NACIONES UNIDAS Y LA FRANCMASONERÍA
Con ocasión del congreso de francmasones del 28 a 30 de junio de 1917 en París, se decidieron y votaron los principios rectores: fue el momento de la concepción de la Sociedad de las Naciones cuyo nacimiento aconteció en Ginebra en 1919. Las Naciones Unidas surgieron en San Francisco, de esa Sociedad de las Naciones, en 1945. Esta institución, creada por los Illuminati, representa la mayor logia francmasona del mundo donde deben reunirse todas las naciones. Tal como está escrito en el artículo 4 de Maquiavelo, dice Van Jan Helsig, en su libro “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX” (Editorial Ewertverlag 1998) mencionado en el prólogo, sus fundadores han sido los instigadores de las guerras que han tenido lugar en éstos dos últimos siglos. ¡Qué ironía ver en nuestros días a seres humanos de todas las naciones pedir a las Naciones Unidas que allanen problemas, que arbitren guerras y que les den fin! Para los pueblos, la ONU es el amigo en quién pueden confiar para que “tome las riendas”. En el momento de su fundación por lo menos 47 personas de entre las delegaciones americanas presentes eran miembros del CFR, entre ellas David Rockefeller. Salta a los ojos que el emblema de la ONU es un símbolo francmasón. Comparado a la estampilla del Estado americano francmasón: El globo de las Naciones Unidas y la forma circular de la estampilla del Estado americano, con la inscripción Annuit Coeptis (“nuestra empresa - de hecho, nuestra conjura - es coronada de éxito”) y debajo Novus Ordo Seclorum (“Nuevo Orden Mundial”) muestran la meta perseguida: la hegemonía mundial. Las 33 parcelas del globo de las Naciones Unidas y las 33 piedras de la pirámide representan los 33 grados del “Rito Escocés” de los francmasones. El número 13 que encontramos en las 13 espigas a la izquierda y a la derecha del globo, en las 13 gradas de la pirámide y en las 13 letras de las dos palabras Annuit Coeptis es el número judío de la suerte. Para los francmasones el 13 es el número más importante y tiene diferentes significados. Jesús tenía 12 discípulos y él mismo fue el decimotercero. En la cábala, en numerología, y en la 13.ª carta del tarot, “la muerte”, el número 13 simboliza la transformación, la alquimia, el renacimiento, el ave fénix que renace de las cenizas, el conocimiento de los misterios y, por tanto, la facultad de materializar o desmaterializar, esto es, la facultad de crear a partir del éter (lo que hicieron Jesús, Saint Germain, Buda, Hermes Trismegistos, Ramtha y muchos otros que, por ejemplo, materializaron el pan desde la “nada” -el éter-, lo que denominamos “la piedra filosofal”). Además, en el reverso del billete americano tenemos el fénix que simboliza el número 13, la transformación. Sus alas tienen 13 plumas, sus garras a la derecha tienen 13 flechas, y las de la izquierda agarran una rama de 13 hojas. Encima se encuentra la inscripción E Pluribus Unum (De lo Múltiple a lo Uno), compuesta de 13 letras, cubierta por 13 estrellas presentadas bajo la forma de una estrella de David, y sobre su pecho la bandera con 13 barras que representan los 13 estados fundadores. Con toda esa muestra de compromiso y de fraternidad entre masones e Illumiminatis, difícilmente las naciones integrantes de la ONU, podrán gozar de independencia, soberanía, autonomía de los pueblos tal como debería ser. Y eso lo vemos actualmente entre las naciones que están en guerra interna como Libia, Yemen, Egipto, entre otras, cuyo “Despertar del Pueblo” no es otra cosa sino el plan de los que gobiernan el mundo para apoderarse del petróleo. Heinz Dieterich Steffan, uno de los más grandes y notables pensadores del siglo XX lo dice en mejores términos: “De hecho, la definición de Medio Oriente como un interés vital para la Unión Americana es anterior. Desde 1925 Washington empieza junto con Francia e Inglaterra a repartirse el petróleo. Inglaterra se queda con 50%, Francia el 25 y Estados Unidos también con el 25. En 1941 la Casa Blanca afirma la siguiente posición: el imperio británico va a desaparecer en la Segunda Guerra Mundial y Estados Unidos está predestinado a tomar su lugar. La verdadera guerra es entre los Illuminati que gobiernan la ONU, y sus estrategias para adueñarse definitivamente del mundo. Tomado de “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX”, de Jan Van Helsig (Editorial Ewertverlag 1998) hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/
TRAZOS
MANUEL ROJAS
LIBIA, IRÁN Y LOS ILLUMINATI
Los Illuminati mantienen al mundo en su red a través de los banqueros internacionales, relacionados con las sociedades de elite ya mencionadas, y de los imperios que han construido. Están a punto de reforzar aún más su dominación del planeta. Su principal control lo ejercen gracias a las deudas nacionales de los países. Existe además una fuerza internacional de policía que mantiene “a raya” a los Estados independientes, tales como Libia e Irán: son las tropas de la ONU. Libia, que manifiesta su independencia en relación al control internacional, representa un desafío para el Nuevo Orden Mundial . Muammar Al Kadhafi es presentado en los medios de comunicación como un terrorista, lo que permite justificar las agresiones contra su país. Una vez más vemos lo que representa un hermoso ejemplo de lavado de cerebro. Situación que cobra más atención si lo relacionamos con los intereses de Estados Unidos: adueñarse del petróleo del medio oriente.
George Bush ha sido uno de los mejores socios que los Illuminati hayan tenido jamás, y deberá seguir siéndolo hasta su último suspiro, ya que está fuertemente implicado con el negocio del petróleo. George Bush es un ex jefe del CRF, miembro de la orden Skull & Bones: miembro de la “Comisión Trilateral” y miembro del “Comité de los 300”.
Su rival en las últimas elecciones presidenciales, el ex presidente Bill Clinton, es miembro de la CFR, de los Bilderberger y miembro vitalicio de la orden francmasona “De Molay”. Desde principios de los años 80 es miembro también de la “Comisión Trilateral”. Los colaboradores más próximos a Clinton con las mejores oportunidades de lograr cargos avanzados en el gobierno forman también parte de la “Comisión Trilateral”. El equipo más restringido de Clinton cuenta, además, con personas con miras al Council of Foreign Relations (CFR) y al Brookings Institute, entre los cuales los más significativos son los banqueros. La Sra Clinton goza de los mismos privilegios y milita en las mismas organizaciones secretas de su marido. En cuanto al resultado ya sabemos en qué terminó ese evento eleccionario.
Todo esto significa que los dos candidatos a elecciones eran al 100% socios de los Illuminati, y que los ciudadanos de Estados Unidos sólo podían elegir entre estos dos. Y cualquiera de ellos tenía una misma visión. Después vino el actual Presidente ¿Quién jugó esta pieza y con qué fin? Luego hablaremos de eso. Lo importante es que ante la pretensión de adueñarse del petróleo se encontraron, desde Bush hasta Obama, con Kadhafi y Ahmadineyad. La guerra continúa por parte de loss Illuminati. No descansarán hasta apoderarse del petróleo de estos dos países, Libia ya está en la mira; Irán siempre lo ha estado. El tiempo dará la última palabra. Al finalizar esta página, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó ataques aéreos para detener la ofensiva del gobernante Muammar al-Gadafi contra las fuerzas rebeldes en Libia, y las primeras acciones se esperan a la brevedad. El Consejo votó favorablemente una resolución para invadir a Libia. Esperaremos con nostalgia cómo se desarrollarán los eventos que reventarán, es casi seguro, en un terrible enfrentamiento de potencias mundiales. Amanecerá y veremos. Ojalá nada de esto fuera cierto, para el bien de la humanidad. Tomado de “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX”, de Jan Van Helsig (Editorial Ewertverlag 1998) hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/