miércoles, 16 de marzo de 2011

LAS ÓRDENES SECRETAS Y LAS GUERRAS

TRAZOS

MANUEL ROJAS

LAS ÓRDENES SECRETAS Y LAS GUERRAS

Según Van Helsig, autor del libro titulado “Las Sociedades Secretas y Su Poder en el Siglo XX”, el ser humano combate por dos cosas en especial: falta de alimento y de territorio. Sin embargo hay otras causas por las que se pueden desatar conflictos entre las naciones o internamente, en determinada nación. Motivos que jamás justifican las guerras, por muy grave que sea el problema a enfrentar. Muchas de las grandes batallas históricas tuvieron su origen en la raza, la fe, los límites de su país, diferencias políticas e ideológicas o por la sobrevivencia ante una crisis de valores; porque no tienen como generar energía, carecen de algún recurso natural no renovable, de dinero necesario o suficiente para sostener una economía sustentable en el tiempo, o deben proveerse de alimentos para sus ciudadanos e incluso hasta por experimentar con cierto armamento novedoso. No obstante, y de acuerdo al criterio de este investigador, detrás de las guerras hay otros elementos que “justifican” emprender una carrera armamentista, dilema que todavía no ha sido aclarado por filósofos y por las organizaciones que luchan por la paz en el mundo. Y lo peor es que no luchamos contra seres de otros planetas sino entre sí, entre ciudadanos de un mismo hábitat.

Nos hemos preguntado alguna vez el ¿por qué los hombres y las naciones han estado siempre en guerra? La información que nos da Van Helsig se remonta al sabio suizo Jean-Jacques Babel quien “verificó que desde los últimos 56 siglos, la humanidad lleva organizadas 14.500 guerras, que provocaron tres mil millones y medio de muertes. Esto representa la mitad de la población mundial de hoy en día. Solamente en el año 1991, por ejemplo, se registraron 52 guerras o focos de crisis en nuestra Tierra. Esto significa que después de numerosos conflictos en este planeta, entre los cuáles dos guerras mundiales en un siglo, aquel año vio oponerse recíprocamente 104 ideologías, cuyas demandas debían ser muy importantes para justificar nuevamente la masacre de muchos millones de seres humanos”

En resumen, se considera que detrás de cada guerra hay un objetivo preciso. Pues bien, asegura Helsig que las guerras las provocan los dueños de las armas, es decir, las empresas que fabrican armamento y que sin éstas (las guerras) quebrarían. Pero lo peor es que el noventa por ciento de esas empresas pertenecen a personajes acaudalados que son miembros de organizaciones francmasonas distribuidas en todos los continentes del hemisferio. El espacio no me permite mostrar un listado de las familias que se dedican a este negocio y además a las 104 ideologías u órdenes secretas a las que representan. hormigasdepapel@hotmail.com o http://trazos-trazos.blogspot.com/

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