miércoles, 16 de marzo de 2011

ÁNGELES Y DEMONIOS

TRAZOS

MANUEL ROJAS

ÁNGELES Y DEMONIOS

Seiscientas seis páginas son suficientes para disfrutar de una experiencia narrativa apreciable. Una novela conmovedora, cuyo creador, el Sr. Dan Brown, debió estrujarse los sesos armando semejante conflicto. Años de investigación para adquirir un conocimiento amplio de la simbología masónica universal. Con el apoyo de Pocket Books, Nueva York, editor original, y Simon & Schuster, Inc, y traducida al español por Eduardo G. Murillo, alcanzó semejante éxito. Un caso atípico: Los Illuminati enfrentados a la Iglesia Católica. Una venganza que data desde los tiempos de Galileo. Un arma poderosa – la antimateria- es introducida en el Vaticano y debía explotar a las 12 de la madrugada, arrasando de plano todo lo que significa el poder religioso de occidente. Una organización secreta sedienta de venganza, por la muerte de cuatro científicos vilmente asesinados en la edad media, a manos de los representantes del prelado y del Papa de ese entonces. Cuatrocientos años después, Los Illuminati, deciden asesinar cuatro cardenales, a los que denominan Preferitti para ocupar el alto cargo del representante de Cristo en la tierra, después del envenenamiento del anterior Papa. La novela comienza con la referencia de hechos que anticipan la acción, y el angustioso argumento que permite que el lector esté atento, y apasionadamente ocupado: El Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire (CERN) ubicado en Ginebra, logró generar las primeras partículas de antimateria. Esto da pie para demostrar que el Universo y lo poco que conocemos de él no fue hecho con tan sólo decir: “…[Dijo Dios] “Haya luz”, y hubo luz…y “haya un firmamento” y hubo un firmamento…y “haya mar” y hubo mar. Por otro lado la ciencia dice que hubo un evento concebido como “Big Bang” y que éste fue el comienzo de lo que hoy conocemos como universo. Pues bien, basado en estos dos conocimientos el físico Leonardo Vetra logró generar antimateria en su laboratorio: “La antimateria es idéntica a la materia, salvo por el hecho de que está compuesta de partículas cuya carga eléctrica es opuesta a las que se encuentran en la materia normal... la antimateria es muy inestable. Estalla cuando entra en contacto con lo que sea, incluido el aire.” (Pág. 10) Dos teorías enfrentadas. Dos potencias enfrentadas: la iglesia y la ciencia. La iglesia representa la fe. La ciencia representa la razón. ¿Con quién debía identificarse Los Illuminatti? De acuerdo a Dan Brown, éstos están infiltrados en ambos lados y lo único que buscan es vengarse de la iglesia. Eso ya lo dice todo. La novela es demasiado extensa para sintetizarla en tan sólo 2 páginas o 50 líneas. Pero lo importante es conocer los ambigramas y enigmas que se relacionan entre sí, tales como que el Vaticano es custodiado por la guardia suiza, que los museos vaticanos albergan más de 60.000 piezas de incalculable valor distribuidas en 1407 salas, obras de Miguel Ángel, Da Vinci, Botticelli y Bernini, este último era Iluuminati y es un factor de enlace entre la simbología masona y la simbología religiosa. La Basílica de San Pedro tiene 140 estatuas de santos, mártires y ángeles y que ésta puede contener unas 70.000 personas más o menos, sin embargo está cerrada al pueblo. ¿Qué significa esto? Que la iglesia es la potencia más poderosa del planeta y que a lo largo de todos los años, ha sido, infiltrada por las sociedades secretas. Incluso los cuatro artistas mencionados aparecen en los antiquísimos documentos de registro de la masonería universal y dejaron en sus obras la marca de sus símbolos (ese es otro tema para tratar en otro artículo) La iglesia en su seno, en su entraña, en su partícula, en el corazón de sus ministros y cardenales, está infiltrada. Sus bienes los manejan organizaciones secretas (El Club Royal, por ejemplo) ¿O será que a esto es a lo que se refiere el Apocalipsis (Cap.17) como “La Gran Ramera”? El Vaticano no explota, me refiero a la novela. Robert Langdon, el protagonista salva a la iglesia a través de sus interpretaciones sobre los símbolos masónicos (una pequeña intromisión de potencia gringa donde salva, no invade, no destruye ¿qué raro, no?) y una chica, Vittoria Vetra, hija del físico asesinado, resuelve el conflicto desde el punto de vista científico. El hassassin (asesino) es un hermano árabe, representa el toque singular de la derecha norteamericana para significar lo que ya sabemos, que el mundo de los mulsumanes está detrás de todo ¿muy sutiles con esto no? Después de leer la novela me senté a ver la película, protagonizada por Tom Hanks, y no sentí la misma pasión que tuve al leer la obra. El argumento de la novela no es del todo lejano a la realidad.

Finalmente debo decir que vendrán otros libros: “El Código Da Vinci, del mismo autor, otro éxito de la industria del libro y de la taquilla. Y El Péndulo de Foucault, de Umberto Eco. La hermandad de los Illuminati es real. De eso estoy seguro. hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/

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