TRAZOS
MANUEL ROJAS
SÉPTIMO PROTOCOLO DE LOS SABIOS DE SIÓN: LA POLÍTICA UTILIZADA COMO INSTRUMENTO PARA EJERCER DOMINIO ECONÓMICO
El Séptimo Protocolo de los Sabios de Sión, fue acordado (entre 24 Protocolos) en 1773, en la calle Judenstrasse, en Frankfurt. El Sr. Mayer Amschel Rothschild se reunió con doce socios capitalistas judíos, adinerados e influyentes (de hecho, los Sabios de Sión) para estudiar un proyecto que controlaría toda la fortuna mundial; este Protocolo trata sobre la política utilizada como instrumento de dominio económico. Dice así: “Destilando un soplo de liberalismo en los órganos del Estado, modificaremos todo su aspecto político. [...] Una constitución no es más que una gran escuela de discordias, malentendidos, discusiones, en resumen, una escuela de todo lo que sirve para falsear las administraciones del Estado. [...] En la “época de las repúblicas”, sustituiremos los dirigentes por una caricatura de gobierno, con un presidente elegido por nuestras marionetas, nuestros esclavos, que es el pueblo. [...] Para nosotros las elecciones serán un medio de llegar al trono del mundo, haciendo siempre creer al modesto ciudadano que él colabora en la mejora del Estado con su participación en las reuniones y con su adhesión a las asociaciones. [...] Al mismo tiempo, reduciremos a la nada el impacto de la familia y su poder educativo. [...]Impediremos también el surgimiento de personalidades independientes.[...] Es suficiente con dejar a un pueblo que se gobierne a sí mismo durante un cierto tiempo (la democracia) para que se transforme en una población en la que abunde el caos. [...] El poder de la población es una fuerza ciega, absurda, irracional, que se lleva sin cesar de derecha para izquierda. Pero un ciego no puede acarrear a otro sin caer ambos en el abismo. Solamente aquéllos que, desde su nacimiento, fueron educados para volverse un soberano independiente tienen la comprensión de la política. [...] Nuestro éxito en el trato con los hombres que necesitemos, será facilitado por nuestro modo de tocar siempre el lado más sensible de la naturaleza humana, esto es, la codicia, la pasión y la sed insaciable de objetos físicos y materiales,”
Antes de abordar el tema que nos interesa, debo aclarar ante quienes han seguido mis artículos, sobre todo a quienes les preocupa que el mundo se haya conducido así, o que al menos me han leído con la simple curiosidad de conocer un poco sobre esta curiosa manera de actuar, de los grupos de poder que manejan el mundo a su antojo, mi posición como expositor y como ciudadano. La aclaración es la siguiente: 1) No soy miembro de ninguna secta, logia, orden, sociedad, pública o secreta. 2) No soy antisemita o xenofóbico ante ninguna nación en particular, por raza, religión, o ideologías. 3) No intento ideologizar a nadie sobre mi forma particular de interpretar la política o cualquier otra forma de ver el mundo. Mi único interés es compartir estos temas con quienes los quieran compartir conmigo. En cuanto a quienes me han llamado o me han escrito al correo con otra intención distinta, a causa, incluso, de considerar que vulnero sus creencias o con acento de amenaza, lo único que podría decir al respecto es que todo lo que he tratado en este espacio ya ha sido dicho por otros y con mayores detalles que yo, a través de Internet.
En cuanto al tema que nos concierne, para nadie es un secreto que, tal cual como lo reza el presente Protocolo, ellos, los Illuminati, han manejado el poder político, no sólo de los llamados países de Primer Mundo, sino de los países con menores recursos económicos. Que han jugado con los tesoros y reservas naturales de infinidad de naciones, poniendo o quitando presidentes títeres, y que han endeudado a pueblos enteros confiscándoles su libertad, su soberanía, y sus luchas por un mundo mejor. Que han utilizado a los Estados Unidos como punta del iceberg para invadir poblaciones y sacar provecho de sus bienes y servicios por medio de consensos (como el consenso de Washington), y acuerdos crediticios con el Fondo Monetario Internacional (FMI) u otros bancos o medios. En 1982, los más eminentes bancos de Wall Street y el gobierno de Estados Unidos decidieron de común acuerdo imponer a cada país deudor las pesadas condiciones de reembolso establecidas por la Kissinger Associates Inc. (Kissinger pertenece a la sociedad secreta (ya no tan secreta) denominada “Comité de los 300”, dueños de casi todas las transnacionales bancarias del planeta.
El FMI, el Banco de la Reserva Federal y el Bank of England deben asegurar el papel de “policía mundial” para recuperar las deudas. América tuvo la idea de colocar al FMI, conocido por su intransigencia, en el centro de todas las negociaciones de deudas. Sobre este tema hay mucha tela por cortar. Tomado de “Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX”, de Jan Van Helsig (Editorial Ewertverlag 1998) hormigasdepapel@hotmail.com y http://trazos-trazos.blogspot.com/
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